El viaje de las mujeres del desierto

La memoria del pueblo saharaui tiene rostro de mujer

“Nos escondimos en una montaña. Hacemos la comida y la cena por el día porque por la noche no podemos encender el fuego por miedo a que nos bombardeen...”

La memoria del pueblo saharaui tiene rostro de mujer. Mujeres que como Tarcha han cargado sobre sus hombros la supervivencia de todo un pueblo. Ellas representan la resiliencia de este pueblo nómada. Ellas han tejido sobre sus melfas (trajes) una historia cargada de desgarro por la ocupación de su tierra y el anhelo por volver. 

Tarcha representa a una de estas miles de mujeres que tienen en su piel cicatrices de un conflicto, de un exilio, de una ocupación que no han sanado pese a la larga espera. 

Recorrieron un camino lleno de miedos e incertidumbre con la sola idea de llegar a un lugar seguro. 

Cada mujer saharaui tiene una historia de dolor y supervivencia, de sororidad y de esperanza que han atesorado con el paso del tiempo y que constituye un archivo imprescindible para reescribir el pasado y comprender el presente.

Sus nietas recogen este valioso legado, que reciben de forma oral, tomando te en el interior de las jaimas, creando un vínculo irrompible con sus abuelas, impregnado de admiración y respeto, orgullosas al escuchar las historias de tantas mujeres humildes que llevaron a cabo acciones heróicas.

En un intento por poner rostro y nombre a todas estas mujeres, este proyecto nos lleva a emprender un viaje a través de la memoria para revivir ese camino, con el fin de archivar y conservar su historia, para rememorar sus hazañas que resuenan de nuevo en su mente a través de fotos ajadas por el paso del tiempo y que tejen como si de una tela de araña se tratase a través de hilos individuales el relato colectivo de la historia de un pueblo.

Tarcha Mohamed-Malainin (Agüenit, 1942 – Bojador, 2019)
< Estábamos escondidos en una montaña. Hacemos nuestra comida y cena por el día porque por la noche no podemos encender el fuego por miedo a que nos bombardeen.
(…) Cuando nos bombardearon, yo estaba en el pozo cogiendo agua. Primero bombardearon el dispensario donde había heridos y enfermos, luego bombardearon el resto. Bombardean, se van y luego vuelven.
(…) Me hirieron por el día y por la noche me llevaron al hospital. Mis hijos estaban conmigo, todos heridos.> (Extractos de la entrevista a Tarcha Mohamed-Malainin en los campamentos de personas refugiadas saharauis, Argelia, 2018).
(Extractos de la entrevista a Tarcha Mohamed-Malainin en los campamentos de personas refugiadas saharauis, Argelia, 2018).
Tarcha Mohamed-Malainin
Wilaya de Bojador, Campamentos de personas refugiadas.
Argelia, 2018

Tarcha, en el interior de su jaima, observa antiguas fotografías de mujeres saharauis.

Coversación con su hija Ejdeya (Argelia, 2018)

– Conoces a alguien de esta foto?

– No, no conozco a nadie.

– Ésta eres tú mamá.

– Soy yo? No…no soy yo.

Mabruca Iasar (Layuad, 1917- Smara 2021)
< Cuando se inició la guerra, empecé la instrucción militar, pasé por todo y fui militar. He trabajado mucho. Pasé por la Media Luna Roja saharaui (similar a Cruz Roja española) y otros muchos trabajos. Era rápida, muy trabajadora, pero me hice mayor… y me dijeron que ya no podía trabajar. Hice todos los trabajos. Trabajé en la Media Luna Roja saharaui, en la guardería. Era rápida y muy trabajadora. Todos me conocen y preguntan por mi, trabajé mucho y me porté bien con todo el mundo. Ahora ya soy mayor y estoy débil… mi vida no ha sido fácil. >
Extracto de una entrevista a Mabruca Iasar en su jaima, en los campamentos de personas refugiadas saharauis (Argelia, 2018).
Mabruca Iasar
Embarka Saleh Did (El Aaiun, 1955)
< Nacida en Oued Saguia, exiliada en el año 1975. Llegué en 1983 a 27 de Febrero (campamento de personas refugiadas saharauis en Argelia). Marruecos nos ha arrebatado nuestra patria. Nos exiliamos a pie. Nos invadieron a pie. Nunca hemos visto algo así, invaden a un país que no es suyo. Alguien que ataca con napalm a las mujeres y niños… es inaceptable. Estamos en mitad del desierto… Si existe un tribunal, justicia, pedimos a todos que nos ayuden.
(…) Desde que tengo uso de razón, recuerdo a mi madre llevándome con ella encima de su camello, respetábamos a todo el mundo y nos respetaban… Siempre con dignidad. Nos han contaminado. Contaminaron nuestra tierra con un muro lleno de minas, nadie puede cruzar. Niños sin piernas, animales que mueren… 
(…) La mujer saharaui lucha por su causa, sus derechos y seguirá luchando hasta la independencia.
(…) En 40 años de sufrimiento y miseria; calor, falta de agua y comodidad; no me arrepiento, así seguiré hasta conseguir la independencia.>
Extractos de una entrevista a Embarka Saleh Did en los campamentos de personas refugiadas saharauis (Argelia, 2018)
Embarka Saleh Did
Sueilma Aomar (Amgala, 1956)
< (…) Haber participado en la revolución nos ha dado mucha fuerza y valentía;  fuerza de sacrificio, todo ante el lema grande que es la independencia del Sáhara Occidental.  Había solo dos opciones, vivos independientes o mártires. Ya no soportábamos más esclavitud, no la aceptábamos más, queríamos ser un pueblo libre en su país independiente. eso fue lo que le dio la fuerza a la mujer saharaui que decidió escaparse de la invasión. Iban solas o con familias, se juntaban con grupos hasta llegar a Guilta.
(…) Yo tenía una familia conservadora sobretodo en los valores, como todos los saharauis. Al principio me encontraba con pequeños baches tipo: ¿Dónde te has ido? ¿Qué estabas haciendo? Pero nosotras comprendimos muy bien la lección, entendimos que antes de irte a ejercer tu rol y compromiso de activista tenía que dejar la casa limpia, la ropa lavada, la comida cocinada en su hora. No debíamos mostrar que teníamos otros compromisos a parte de la familia. Estuve con una amiga, estuve lo que sea, ¡¡¡pero en la casa no había ningún fallo!!! La organización nos incitaba a que no hubiera ningún fallo en casa, había que dejar todo perfecto o mejor aún. Eso hizo que la familia se quejara menos, si se quejan: ¿Qué os pasa? ¿Veis algo que no está bien? Pero entendieron y empezaron a ayudar ellos también con lo que podían. >
Extractos de una entrevista a Sueilma Aomar, en su jaima, en los campamentos de personas refugiadas saharauis (Argelia, 2018).
Sueilma Aomar
Suilma Aomar fotografíada en su casa en la wilaya de Smar.
Anochecer en la Wilaya de Bojador, 2018.
Entre las Wilayas existen entre unos 20 o 60 kilómetros de distancia, menos Dajla que dista unos 200 kilómetros.